Lo Que creemos

MINISTERIO GLORIA DE SION, INC., subscribimos a las siguientes declaraciones de las cosas que son creídas entre nosotros con certidumbre.

Las escrituras del Antiguo y Nuevo Testamento son inspiradas por Dios (2 Timoteo 3:1517) y son la revelación de Dios para el hombre, la infalible, autoritativa regla de fe y conducta (1 Tesalonicenses 2:13), presentándonos la completa revelación de Su voluntad para la salvación del hombre (2 Pedro 1:1921).

Nosotros creemos que existe un solo y verdadero Dios viviente, que se ha revelado a Si mismo como el Todo Suficiente que existe “Yo Soy,” (Éxodos 3:14, 15) que es eterno, infinito en poder, sabio y bueno; Dios es el Creador de todas las cosas, visible e invisibles, y Preservador de todas las cosas (Romanos 1:20; Colosenses 1:16).  Dios se ha revelado además como persona teniendo principios de relación y asociación como el Padre, El Hijo y El Espíritu Santo (Deuteronomio 6:4; Isaías 43:10, 11; Mateo 28:19; Lucas 3:22).  En la unidad de Dios, existen tres personas de una misma esencia individual, que son co-iguales, co-existentes y co-eternos (Mateo 3:16, 17; 28:18, 19; 2 Corintios 13:14; Juan 1:1, 2, 18; 10:33; 14:26; 15:26; Filipenses 2:6; Hebreos 9:14).

El Hijo es el eterno engendrado del Padre, cual acepto limitaciones terrenales para el propósito de la encarnación, siendo Dios y verdadero hombre; concebido por El Espíritu Santo y nacido de la Virgen María.  Cristo murió en la cruz, él justo por los injustos como ofrenda substituidora, y todo aquel que creen en Él es justificado por la sangre derramada en la cruz del Calvario.  Cristo resucito de los muertos de acuerdo a las Escrituras.  Cristo, ahora está sentado a la derecha de la Majestad en los Cielos como nuestro Sumo Sacerdote, y Él retornará nuevamente para establecer Su Reino de justicia y paz.

El Espíritu Santo es una Divina Persona, Ejecutivo de Dios en la tierra, el Consolador enviado por el Señor Jesucristo para habitar en nosotros, para guiar y enseñar al creyente, y convencer al mundo de pecado, justicia y de juicio.

 

a. Términos Definidos:

 

Los términos “Trinidad” y “personas” relacionadas a Dios, mientras no se encuentran en las Escrituras, son palabras en armonía con las Escrituras, por medio de lacual podemos nosotros comunicar a otros nuestro entendimiento inmediato de la doctrina de Cristo respecto al ser Dios, como distinguido de “muchos dioses y muchos señores.”  Nosotros por lo tanto podemos hablar con conveniencia del Señor nuestro Dios quien es un Solo Señor, como el Trino Ser o existiendo en tres personas, y estar en completa armonía con las Escrituras (Mateo 28:19; 2 Corintios 13:14; Juan 14:16, 17).

 

b. Distinción y Relación en la Trinidad:

 

Cristo enseñó una distinción de Personas en la Trinidad cual él expreso en términos específicos de relación, como El Padre, El Hijo y El Espíritu Santo, pero esta distinción y relación, a su modo es inescrutable e incomprensible, al ser inexplicable (Lucas 1:35; 1 Corintios 1:24; Mateo 11:2527; 28:19; 2 Corintios 13:14; 1 Juan 1:3, 4).

 

c. Unidad del Único Dios siendo Padre, Hijo y Espíritu Santo:

 

De acuerdo con, por lo tanto, existe aquello en El Padre que lo constituye a Él como Padre y no al Hijo; existe aquello en El Hijo que lo constituye a Él como Hijo y no al Padre; y existe aquello en El Espíritu Santo que lo constituye a Él como El Espíritu Santo y no al Padre o al Hijo.  En qué el Padre es el que engendra, el Hijo es engendrado, y el Espíritu Santo es el que procede del Padre y del Hijo.  Por lo tanto, porque estas tres personas de la Trinidad están en el estado de unidad, existe solamente un Señor Dios Todopoderoso y Su nombre es uno (Juan 1:18; 15:26; 17:11, 21; Zacarías 14:9).

 

d. Identidad y Cooperación en la Trinidad:

 

El Padre, El Hijo y El Espíritu Santo nunca son idénticos en cuestión de persona; ni confundidos en cuestión de relación; ni divididos en respecto a la Trinidad; ni en oposición en cuestión de cooperación.  El Hijo estáen el Padre y el Padre está en el Hijo en cuestión de relación.  El Hijo está con el Padre y el Padre está con el Hijo, en cuestión de comunión.  El Padre no es del Hijo, pero el Hijo es del Padre, en cuestión de autoridad.  El Espíritu Santo procede del Padre y del Hijo, en cuestión de naturaleza, relación, cooperación y autoridad.  Ahora, ninguna persona de la Trinidad existe o trabaja separado o independiente de los otros (Juan 5:17-30, 32, 37; 18:17, 18).

 

e. El Titulo, Señor Jesucristo:

 

La apelación, “Señor Jesucristo,” es un nombre propio.  Nunca es aplicado en el Nuevo Testamento, ni al Padre o al Espíritu Santo.  Por lo tanto, le pertenece exclusivamente al Hijo de Dios (Romanos 1:13; 2 Juan 1:3).

 

f. El Señor Jesucristo, Dios con nosotros:

 

El Señor Jesucristo, en cuestión de su eterna naturaleza, es el propio unigénito engendrado del Padre, pero en cuestión a Su naturaleza humana, Él es el propio Hijo del Hombre.  Él es, por lo tanto, Dios y hombre en reconocimiento; por lo tanto, Él es Dios y hombre “Emmanuel,” Dios con nosotros (Mateo 1:23; 1 Juan 4:2, 10, 14; Apocalipsis 1:17).

 

g. El Titulo, Hijo de Dios:

 

Tanto que el nombre “Emmanuel” abraza a Dios y al hombre en la única Persona, nuestro Señor Jesucristo, le sigue que, al título, Hijo de Dios, describe Su propia deidad, y el título, Hijo del Hombre, su propia humanidad.  Por lo tanto, el titulo Hijo de Dios pertenece al orden eterno, y el título, Hijo del Hombre, al orden del tiempo (Mateo 1:2123; 1 Juan 3:8; 2 Juan 1:3; Hebreos 1:113; 7:3).

 

h. Trasgresión de la Doctrina de Cristo:

 

Es una trasgresión de la Doctrina de Cristo en decir que Jesucristo derivo el título, Hijo de Dios, solamente por el hecho de la encarnación, o por Su relación a la economía de la redención.  Por lo tanto, al negar que El Padre sea real y eterno, y que El Hijo sea real y como El eterno Hijo, esto es negar la distinción y relación de Dios; negar al Padre, y al Hijo; es desplazar (remover) la verdad que Jesucristo ha venido en carne (Juan 1:1, 2, 14, 18, 29, 49; Hebreos 12:2; 1 Juan 2:22, 23; 4:15; 2 Juan 1:9).

 

i. Exaltación de Cristo como Señor:

 

El Hijo de Dios, nuestro Señor Jesucristo, habiendo purificado nuestros pecados en mismo, se sentó a la derecha de la Majestad en los cielos; ángeles, principados, poderes y autoridades han sido sujetos a Él.  Habiendo sido hecho Señor y Cristo, él mando al Espíritu Santo para que nosotros, en el nombre de Jesús, podamos doblar nuestras rodillas y confesar que Jesucristo es El Señor para la gloria de Dios Padre hasta el fin, cuando El Hijo se sujete al Padre para que Dios sea todo en todos (Hebreos 1:3; 1 Pedro 3:22; Hechos 2:3236; Romanos 14:11; 1 Corintios 15:2428).

   

j. Igual Honor para el Padre y el Hijo:

 

En qué, el Padre le ha entregado todo juicio al Hijo, no es solo la obligación de expresar de todo lo que está en los cielos y en la tierra que doblen rodilla, pero es gozo indecible en el Espíritu Santo de atribuir al Hijo todos los atributos de la Deidad, y darle a Él todo honor y la gloria contenida en todos los nombres y títulos de la Deidad excepto aquellos que expresan relación (ver Distinción y Relación en la Trinidad, Unidad del Único Dios siendo Padre, Hijo y Espíritu Santo, y la Identidad y Cooperación en la Trinidad) y así dando honor al Hijo como  honramos al Padre (Juan 5:22, 23; 1 Pedro 1:8; Filipenses 2:8, 9; Apocalipsis 4:811; 5:614; 7:9, 10).

   

El Señor Jesucristo es el eterno Hijo de Dios.  Las Escrituras declaran: Su nacimiento virginal (Mateo 1:23; Lucas 1:31, 35); Su vida impecable (Hebreos 7:26; 1 Pedro 2:22); Sus milagros (Hechos 2:22; 10:38); Su obra substituidora en la cruz (1 Corintios 15:3; 2 Corintios 5:21); Su resurrección corporal de entre los muertos (Mateo 28:6; Lucas 24:39; 1 Corintios 15:4); Su exaltación a la derecha del Padre (Hechos 1:9, 11; 2:33; Filipenses 2:911; Hebreos 1:3).

El hombre es un ser creado, hecho a la imagen de Dios, bueno y erguido; y Dios dijo: “hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza” (Génesis 1:26, 27).  Sin embargo, la trasgresión voluntaria de Adán y su caída permitió que el pecado entrara al mundo (Romanos 5:12).  La decisión de Adán en desobedecer a Dios en el jardín del Edén incurrió no solo la muerte física sino la muerte espiritual también, que es la separación de Dios (Génesis 2:17; 3:6).  Su pecado pasa a todos los humanos después de él “por cuanto todos pecaron” (Romanos 3:23).  “Como está escrito: No hay justo, ni aun uno” (Romanos 3:10).  Jesucristo, el Hijo de Dios, se manifestó para deshacer las obras del diablo, y dio Su vida y su sangre derramada para redimir y restaurar al hombre con Dios (Romanos 5:1219; 1 Juan 3:8).

La única esperanza de salvación para el hombre es hecha posible por medio de la meritoria obra redentora de la sangre derramada del Señor Jesucristo en la cruz y por medio de la convicción del Espíritu Santo.  Salvación es el don de Dios para el hombre, separado de obras y la Ley, y es hecha operativa por gracia y por la fe en Cristo Jesús, produciendo obras aceptables a Dios (Efesios 2:8).

 

a. Condiciones para Salvación:

 

Salvación es recibida por medio de arrepentimiento hacia Dios, (la tristeza Santa trabajando en el corazón del hombre2 Corintios 7:10), que hace posible la experiencia del nuevo nacimiento, y el hombre pone su fe en el Señor Jesucristo, así Cristo formado en nosotros es él don de vida eterna.  Esta obra redentora es por el lavamiento de la regeneración y la renovación por el Espíritu Santo, siendo justificado por gracia por medio de la fe, el hombre es hecho heredero de Dios, de acuerdo a la esperanza de la vida eterna (Lucas 24:47; Juan 3:3; Romanos 10:1315; Efesios 2:8; Tito 2:11; 3:57).

 

b. La Evidencia de Salvación:

 

La evidencia interna de salvación es el testimonio directo del Espíritu Santo (Romanos 8:16).  La evidencia exterior a todos los hombres es una vida de rectitud y verdadera santidad (Efesios 4:24; Tito 2:12).

La verdadera Iglesia, edificada sobre la Fundación de Cristo Jesús (1 Corintios 3:11; Efesios 2:20), es el Cuerpo de nuestro Señor Jesucristo, (Romanos 12:5; 1 Corintios 12:27); la Iglesia es la habitación de Dios por medio del Espíritu (Efesios 2:22); Cristo siendo la Cabeza (Efesios 1:22; Colosenses 1:18).  Sus componentes terrenales son todos creyentes verdaderos, nacidos del Espíritu (Juan 3:6) y de la Palabra (1 Pedro 1:23).  Cada creyente es una parte integral de la asamblea general e Iglesia del primogénito entre los muertos, que están inscritos en los cielos (Hebreos 12:23; Colosenses 1:18).

La Iglesia Universal:

La universal, invisible, santificada Iglesia es la casta virgen desposada de Cristo (2 Corintios 11:1, 2; Efesios 5:26, 27; Apocalipsis 21:9b, 27).  Es esta desposada por la cual Cristo regresa, justamente antes de la Gran Tribulación, para arrebatarla (levantarla) y llevársela al cielo (Juan 14:23; 1 Tesalonicenses 4:13 – 18). 

Dones de la Iglesia:

A la Iglesia, por medio de sus miembros, le es delegada los varios dones y oficinas del Espíritu Santo (1 Corintios 12:7 – 11, 27, 28) que son necesarios para la exitosa evangelización del mundo y la perfección del cuerpo de Cristo (1 Corintios 12:7; Efesios 4:11, 12).

Ya que el propósito de Dios concerniente al hombre es buscar y salvar lo que se había perdido, ser adorado por hombres, y construir un cuerpo de creyentes en la imagen de Su Hijo, la razón de prioridad en ser parte de Ministerio Gloria de Sion, Inc. como parte de la Iglesia es:

  1. Ser un embajador de Dios para evangelizar al mundo (Hechos 1:8; Mateo 28:19, 20; Marcos 16:15, 16).
  2. Ser un cuerpo corporativo en el cual el hombre pueda adorar a Dios (1 Corintios 12:13).
  3. Ser un canal de los propósitos de Dios para edificar un cuerpo de santos siendo perfeccionados en la imagen de Su Hijo (Efesios 4:11 – 16; 1 Corintios 12:28; 14:12).
  4. Ser un buscador diligente de los dones espirituales para la edificación de la Iglesia (1 Corintios 14:12).

Ministerio Gloria De Sion, Inc., existe expresamente para dar continuo énfasis por esta razón siendo como el patrón apostólico del Nuevo Testamento enseñando y animando creyentes a ser bautizados en el Espíritu Santo.  Esta experiencia:

  1. Capacita aquellos a evangelizar en el poder del Espíritu acompañados por señales sobrenaturales (Marcos 16:15 – 20; Hechos 4:29 – 31; Hebreos 2:3, 4).
  2. Añadiendo una necesaria dimensión de adoración en la relación con Dios (1 Corintios 2:10 – 16; 12:1 – 31).
  3. Capacita aquellos a responder al completo trabajo del Espíritu Santo en expresión de frutos y dones y ministerios como en tiempos del Nuevo Testamento para la edificación del cuerpo de Cristo (Gálatas 5:22 – 26; 1 Corintios 12:28; 14:12; Efesios 4:11, 12; Colosenses 1:29). 

Bautismo en Agua:

El directo mandamiento de las Escrituras de nuestro Señor Jesucristo para la ordenanza del bautismo en agua es por inmersión (Mateo 28:19; Marcos 16:16), y es para creyentes solamente; Todo arrepentido y creyente en Jesucristo como Señor y Salvador deben ser bautizado.  La ordenanza es símbolo de la identificación del cristiano con Cristo en Su muerte, entierro y resurrección (Romanos 6:4; Colosenses 2:12; Hechos 8:36 – 39) para andar en nueva vida.

La siguiente recomendación sobre la fórmula del bautismo en agua es adoptada, “Sobre la confesión de tu fe en el Señor y Salvador Jesucristo el Hijo de Dios, y por su autoridad, Yo te bautizo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.  Amen.”  

Lavamiento de Pies:

El lavamiento de los pies es reconocido entre muchos creyentes como una práctica cristiana, y el tiempo, la manera y la frecuencia de su observación es dejada a la discreción de cada congregación local (Juan 13).   

La Santa Cena:

La ordenanza de la Santa Cena, o la Santa Comunión, es un mandamiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo; consistiendo de los elementos – pan sin levadura y el fruto de la vid – siendo el símbolo como memorial de Su muerte y resurrección (1 Corintios 11:26), expresando nuestro compartir de la naturaleza divina de nuestro Señor Jesucristo (2 Pedro 1:4); y una profecía de Su segunda venida (1 Corintios 11:26), es estrictamente limitada para creyentes cristianos (1 Corintios 11:27) “hasta que él venga!”  El tiempo y la frecuencia de su observancia es dejada a la discreción de cada congregación (1 Corintios 11:26).

 El Bautismo del Espíritu Santo y fuego (Mateo 3:11), es un don de Dios, prometido por el Señor Jesucristo para todos los creyentes en esta dispensación y es recibida subsecuentemente del nuevo nacimiento (Juan 14:16, 17; Hechos 1:8; 2:4, 38, 39; 10:44 – 48).  Todo creyente tiene derecho y debe ardientemente esperar y seriamente buscar la promesa del Padre (Lucas 24:49; Hechos 1:4), esto era la experiencia normal de todos los primeros cristianos de la Iglesia.  El bautismo del Espíritu Santo es acompañado en hablar en otras lenguas como el Espíritu les da que hablen como la inicial señal física y evidencia (Hechos 2:4).  Con ella viene la dotación de poder para vida y servicio, la dadiva de los dones y sus usos en el trabajo del ministerio (1 Corintios 12:1 – 31).

Esta experiencia es distinguida de y subsiguiente a la experiencia del nuevo nacimiento (Hechos 8:12 – 17; 10:44 – 46; 11:14 – 16; 15:7 – 9).  Con el bautismo en el Espíritu Santo vienen experiencias como:

  1. Un desbordamiento abundante del Espíritu (Juan 7:37 – 39; Hechos 4:8).
  2. Una intensa reverencia para con Dios (Hechos 2:43; Hebreos 12:28).
  3. Una consagración intensificada para con Dios (Hechos 2:42).
  4. Un amor más activo para Cristo, para Su Palabra y los perdidos (Marcos 16:20).
  5. El hablar en otras lenguas en este instante es lo mismo en esencia como el don de lenguas, pero es diferente en propósito y uso (1 Corintios 12:28). 

La Biblia enseña que sin santidad ningún hombre verá al Señor (Hebreos 12:14).  Nosotros creemos en la doctrina de la santificación como una definitiva (1 Tesalonicenses 5:23), aún progresiva (Romanos 12:1, 2), obra de gracia (Hebreos 13:12; 1 Pedro 1:2), un acto de separación de aquello que es malo (2 Corintios 6:14 – 18), y de dedicación hacia Dios (2 Tesalonicenses 2:13), comenzando en el tiempo de la regeneración y continuando hasta la consumación de la salvación (1 Corintios 6:11; Juan 17:17; Efesios 5:26).  Por el poder del Espíritu Santo nosotros podemos obedecer el mandato: “Sed santos, porque yo soy santo” (1 Pedro 1:15, 16).  Santificación es realizada en el creyente al creyente reconocer su identificación con Cristo en Su muerte y resurrección, y por la fe creyendo diariamente sobre los hechos de esa unión, y ofreciendo cada facultad continuamente al dominio del Espíritu Santo (Romanos 6:1 – 11, 13; 8:1, 2, 13; Gálatas 2:20; Filipenses 2:12, 13; 1 Pedro 1:5).

Dios, por medio del Espíritu Santo, definitivamente llama aquellos que Él desea para que sirvan como apóstoles, profetas, evangelistas, pastores y maestros, y específicamente dota al que llamó con los talentos y peculiares dones a esa oficina u oficio (Efesios 4:11 – 13).  Bajo ninguna circunstancia una persona debe ser ordenada o ser puesto aparte a estos oficios a menos que el llamado fuese distintivo y evidente.  Las Escrituras también mencionan el oficio y ministerio del Anciano, el oficio y ministerio del Diacono, y el ministerio de Mujeres respectivamente.  Nuestro Señor Jesucristo a provisto un llamado divino y ordenamiento bíblico ministerial para el tridimensional propósito en guiar la Iglesia a:

La evangelización del mundo (Marcos 16:15 – 20); la adoración a Dios (Juan 4:23, 24); y la edificación del cuerpo de creyentes, la Iglesia, siendo perfeccionada en la imagen de Cristo (Efesios 4:11 – 16).

Sanidad Divina es una parte integral del evangelio.  Sanidad es para las enfermedades físicas, del cuerpo humano y es llevado a cabo por el poder de Dios, por medio de la oración de fe, y por la imposición de las manos (Marcos 16:18; Santiago 5:14, 15; Mateo 8:16, 17).  Es proporcionado en la expiación de Cristo (Isaías 53:4, 5) y disponible para todos que creen verdaderamente.

Nosotros creemos que la Biblia presenta la venida de Cristo (1 Tesalonicenses 4:16, 17; 1 Corintios 15:51, 52) como personal, eminente, pre-tribulaciónal y pre-milenario.  Esto significa la resurrección de aquellos que están durmiendo en el Señor y su translación junta con aquellos que están vivos y han quedado hasta la venida del Señor es la eminente y la esperanza bienaventurada de la Iglesia (Tito 2:13; Romanos 8:23).  Nosotros además contendemos que esta posición sola es la que amonesta vigilancia, incita santidad en nuestro vivir, impide declinación espiritual, y provee incentivo máximo y motivo para urgencia y celo en evangelizar a los inconversos.  Como la decepción demoníaca y la oscuridad satánica se intensifican, nosotros animamos a nuestros ministros en mantener y proclamar esta posición doctrinal como la “esperanza santa” de la Iglesia.

La Biblia promete, “Este mismo Jesús… así vendrá como le habéis visto ir al cielo” (Hechos 1:11).  Su venida es eminente; cuando Él venga, “16…los muertos en Cristo resucitarán primero.  17 Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire” (1 Tesalonicenses 4:16, 17).  Después de la tribulación, Cristo retornará a la tierra como Rey de Reyes y Señor de Señores, y juntamente con sus santos, que serán reyes y sacerdotes; Él reinará por mil años (Apocalipsis 20:6).

Es imprudente de enseñar que el Señor vendrá en un tiempo específico, y de esa manera fijar una fecha para Su aparición.  Es imprudente también de enseñar, predicar o publicar visiones de números y fechas que podría servir para fijar la hora de la segunda venida del Señor (Mateo 24:32, 33).

La segunda venida de Cristo incluye el levantamiento (el rapto) de los santos, que es nuestra esperanza bienaventurada, seguido por el visible retorno de Cristo con sus santos para reinar en la tierra por mil años (Zacarías 14:5; Mateo 24:27, 30; Apocalipsis 1:7; 19:11 – 14; 20:1 – 6).  Este reino mil-eneal traerá salvación del Israel nacional (Ezequiel 37:21, 22; Sofonías 3:19, 20; Romanos 11:26, 27), y el establecimiento de paz universal (Isaías 11:6 – 9; Salmos 72:3 – 8; Miqueas 4:3).

Abra un juicio final en el cual los muertos malos serán levantados y juzgados según sus hechos.  Aquel que físicamente muere en sus pecados sin Cristo esta desesperantemente perdido eternamente en Lago de Fuego, y por lo tanto no tiene más oportunidad de escuchar el Evangelio o poder arrepentirse (Hebreos 9:27).

Cualquiera que no se halle inscrito en el Libro de la Vida, juntamente con el diablo y sus ángeles, la bestia y el falso profeta, será consignado al castigo eterno en el lago de fuego que arde con azufre, (Mateo 25:46; Marcos 9:43 – 48; Apocalipsis 19:20; 20:11 – 15; 21:8). 

El Lago de fuego es literal (Apocalipsis 19:20).  Los términos “eterno” y “perpetuo” usadas en describir la duración del castigo de los condenados (Mateo 25:41 – 46) en el lago de fuego, llevan el mismo pensamiento y significado de existencia interminable, como usada en denotar la duración de gozo y éxtasis de los santos en la presencia de Dios.

“Pero nosotros esperamos, según sus promesas, cielos nuevos y tierra nueva, en los cuales mora la justicia” (2 Pedro 3:13; Apocalipsis 21 & 22).  Los cielos nuevos y la tierra nueva quedaran delante del Señor, pues nuestra semilla y nuestro nombre; y de lo pasado no habrá memoria ni vendrán al pensamiento (Isaías 65:17; 66:22).

Nosotros reconocemos la obligación de las Escrituras para todas las personas, tanto a ministros, de dar diezmos al Señor (Hebreos 7:8).  Los diezmos deben ser usados para el apoyo de la actividad ministerial y para la propagación del Evangelio y del trabajo general del Señor y no dado a instituciones benéficas (caridad) o ser usadas para otros propósitos (Malaquías 3:7 – 11; Hebreos 7:2; 1 Corintios 9:7 – 11; 16:2).

Mientras que, nosotros creemos que nuestro gobierno es ordenado por Dios; y aunque, nosotros estamos agradecidos con el gobierno de los Estados Unidos de América por la libertad de adorar a Dios de acuerdo a los dictados de nuestra conciencia; y mientras que, existen aquellos dentro de nuestra organización eclesiástica que objetan conscientemente el tomar armas en el tiempo de guerra; sea resuelto, que nosotros como organización eclesiástica afirmamos sus derechos respectivos a esa convicción al ellos ofrecer sus servicios respectivos a nuestro gobierno en otra consistente manera non-combatiente.

Nosotros creemos y entendemos que las Santas Escrituras presenta el casamiento como sagrado y solemne institución establecido y ordenado por Dios (Génesis 2:18 – 25).  Es entendido que de toda la creación solo una cosa el Creador estimo de no “ser bueno,” y eso fue que el hombre estaba solo (Génesis 2:18).  Por lo tanto, Dios creo de la costilla de Adán una “ayuda idónea” (Génesis 2:18, 21, 22).  Este término quiere decir que ella no solo será ayuda, sino una compañera de por vida, para venir a lado del varón.  El hecho de que Dios escolto a Eva y la presento a Adán significa el divino valor puesta en esta relación.  La relación matrimonial fue instituida por Dios para ser un compañerismo donde el esposo y la esposa encuentran gozo, realización y armonía como herederos mutuos del regalo gratuito de la vida (Génesis 2:23, 24; Proverbios 18:22; 1 Pedro 3:7).   En Cristo los compañeros en el matrimonio encuentran fuerza y gracia.  Por medio de la Palabra de Dios encuentran recursos.  Por lo tanto, el matrimonio es de ser considerado lo más íntimo, digno, valioso y la realización de todas las relaciones humanas (Génesis 1:18; Mateo 19:1 – 4; Marcos 10:9; Romanos 7:2), por eso el hombre y la mujer dejan a sus padres para unirse el uno al otro (Génesis 2:24).

Nosotros creemos que el matrimonio fue diseñado por Dios de ser una relación monógama entre el hombre y la mujer como esposo y esposa (Génesis 1:27, 28; 2:22 – 24).  Nosotros además creemos que el matrimonio es por intento divino una relación permanente entre esposo y esposa para toda una vida, y esto representa la voluntad perfecta de Dios.  Además, el matrimonio es considerado un pacto sagrado de relación del cual Dios mismo es el Testigo.  Nosotros entendemos que el intercambio de los votos matrimoniales son hechos ante Dios, tanto como el uno hacia el otro.  Esta relación del pacto matrimonial significa por Dios para servir como una reflexión de Su relación de pacto con Su pueblo.  Por toda la Escrituras Dios utiliza la relación del pacto matrimonial como una metáfora para reflejar tal.  En el Antiguo Testamento Jehová está esposado a la nación de Israel como el esposo fiel (Óseas).  En el Nuevo Testamento Jesucristo, el Esposo, está esposado con Su Esposa la Iglesia (Efesios 5:22 – 33).                         

Por lo tanto, así como Cristo ama a la Iglesia también el esposo debe amar a su esposa (Efesios 5:25 – 29; Colosenses 3:19; 1 Pedro 3:7).  Este amor-ágape tiene su origen y energía en el mismo amor de Dios.  El esposo es llamado por Dios en cuidar y nutrir a su esposa como la cobertura ungida sobre el hogar (Proverbios 5:18; Eclesiastés 9:9; Efesios 5:25 – 29).  Además, a la Iglesia sujetarse a Jesucristo como su cabeza, así la esposa debe de sujetarse a su esposo como su cabeza (Génesis 3:16; Efesios 5:22 – 24; Colosenses 3:18).  Esta sumisión no implica inigualdad entre el esposo y la esposa, pues en Cristo la igualdad es establecida (Gálatas 3:28), más bien denota diferencias funcionales en la relación marital.  El someterse al esposo como cabeza, la esposa queda bajo la protección y provisión de su cabeza.  Debe existir un compromiso mutuo de amor, sumisión y reverencia entre el esposo y la esposa (Efesios 5:21, 31 – 33).    

Por lo tanto, nosotros creemos que la relación sagrada del matrimonio no debe tomarse ligeramente y debe ser tenida en honor por todos (Hebreos 13:4).  Nosotros además creemos que las Escrituras prohíben al creyente entrar a esta relación de sagrado pacto con un incrédulo (1 Corintios 7:39; 2 Corintios 6:14, 15).  La institución matrimonial debe comenzar en oración y con acuerdo del consejo a la voluntad de la Palabra de Dios.  Nosotros creemos y entendemos que la familia es diseñada por Dios en ser la primaria unidad social de la humanidad.  Esta unidad es fundada en la relación matrimonial entre esposo y esposa, pues Dios mando a Adán y Eva en llenar la tierra (Génesis 1:28).  Por lo tanto, Dios ha ordenado solo la relación matrimonial como el medio para reproducir la raza humana.  Los hijos representan la bendición de Dios sobre la relación matrimonial (Proverbios 17:6).  Los hijos son la recompensa o pago de Dios al contrato matrimonial (Salmos 127:3 – 5).  Los que temen a Dios son bendecidos con gozo de la vida familiar (Salmos 128:1 – 4).    

Nosotros creemos que la familia sirve con un propósito dúo, social y espiritual.  Social, la unidad familiar es intencionada a nutrir al individuo y proveer estabilidad a la sociedad en general.  Recíprocamente, con el fracaso de la unidad familiar, nosotros creemos que el tejido de la sociedad viene hacer desenredado (Deuteronomio 6:1, 2).  Espiritualmente, la unidad familiar transmite como propósito la realidad de Dios y Su verdad a la siguiente generación.  Por lo tanto, los padres tienen la solemne y privilegiada responsabilidad de enseñar y modelar la fe antes los hijos para que ellos crezcan glorificando a Dios y llevando así la antorcha de fe (Deuteronomio 4:9; 6:6 – 9; Salmos 78:1 – 7; Proverbios 22:6; Efesios 6:4).  Ahora, el padre piadoso ordenara provecho a sus hijos de todo recurso posible y educación, tanto en la iglesia y en la casa, de acuerdo a las palabras de Jesucristo (Marcos 10:13 – 16).      

Por lo tanto, nosotros buscamos promover y animar familias saludables sabiendo que Dios ha diseñado el hogar en ser un nutriente ambiente para sus miembros.  Es en el hogar donde los miembros de familia deben encontrar seguridad.  El hogar debe ser un refugio seguro y amortiguador de las malas influencias del mundo.  Además, nosotros entendemos que familias fuertes hacen iglesias fuertes.  Para que la iglesia sea sal y luz en la comunidad, debe existir un efectivo ministerio familiar proveyendo a los hogares representados de la congregación local (Mateo 5:13 – 16).  Pues es el hogar el que enriquece la iglesia y solo entonces la iglesia es capaz en cumplir con efectividad su función de equipar y evangelizar.       

Por lo tanto, nosotros fuertemente animamos lo siguiente para ayudar al facilitar santidad a la relación matrimonial y sanidad familiar en Ministerio Gloria De Sion, Inc.:

  1. La pareja que contempla el matrimonio busque sana consulta cristiana pre-matrimonial antes de la ceremonia.
  2. Que nuestros ministros / pastores tengan recursos que proveerán conocimiento básico en consulta pre-marital y marital.  Nosotros recomendamos que cada pastor se familiarice con los servicios de consulta cristiana disponible en su respectiva comunidad.
  3. Que nuestros pastores provean sana instrucción bíblica en el asunto del matrimonio y la familia por predicas, clases, seminarios, recursos y periodos planificados de énfasis familiar en la iglesia.                                                       

Mientras que entendemos lo anteriormente mencionado de ser verdadero y, por lo tanto, representa la perfecta voluntad de Dios para el matrimonio y la familia, nosotros además realizamos que, por la caída del hombre y la entrada al pecado en la raza humana, la voluntad perfecta de Dios y su ideal no es siempre logrado y mantenido.  Esto no quiere decir que la perfecta voluntad de Dios para el matrimonio y la relación familiar no pueda realizarse.  En lo contrario, por causa del efectivo trabajo de Cristo en la Cruz, nosotros creemos que todo lo que se perdió en el jardín del Edén puede ser restaurado en Cristo.  El cristiano puede experimentar todo de lo que Dios ha diseñado y deseado para el matrimonio y la familia no importando el fallecimiento social en la sociedad contemporánea.

Además, también entendemos que el matrimonio cristiano y familia no ha sido inmune de los devastadores efectos del divorcio y la disolución del hogar, por lo tanto, Ministerio Gloria De Sion, Inc., busca como dirigirse en el tema del divorcio y re-casamiento de una manera que mejor refleja nuestra interpretación denominacional de la postura bíblica.  Primero y antes que todo, es nuestro deseo de permanecer fiel a la Biblia, la inspirada Palabra de Dios.  Nosotros claramente creemos que las Santas Escrituras representan la divina autoridad para nuestra fe y vida.  Segundo, nosotros buscamos la interpretación de los principios de la Palabra de Dios gobernando estas relaciones que logran en sostener los estandartes bíblicos de una manera que es compasiva sin comprometer esos estandartes.  Tercero, apoyar nuestro estandarte aceptado tocante a esas relaciones de la vida relacionado al dar credenciales, avance y retenimiento de nuestros ministros.  En esto nosotros entendemos que existe un alto estandarte implicado en las Escrituras para el ministerio, que representa el liderazgo espiritual de la Iglesia.  Además, entendemos que la integridad del ministerio tiene que ser guardada para asegurar la salud espiritual de la iglesia local y su efectivo testimonio a la comunidad.           

  1.   Contexto histórico en los días de Jesús: El perfecto orden de Dios para la relación matrimonial ha sufrido desde el principio por el pecado.  El pecado ha desgastado el prístino divino estado del matrimonio y la familia.  Por la conclusión del libro de Génesis existieron hechos de disrupción de matrimonios y familias, y una hueste de otros problemas domésticos.  También es evidente que las familias de los patriarcas no fueron inmune a esas dificultades.  Por todo el Antiguo Testamento, tal distorsión y disrupción del matrimonio y la relación familiar no representa el diseño original de Dios ni su perfecta voluntad.  Aunque el pueblo de Dios haya vivido en tales relaciones, como poligamia, que están por debajo de su perfecta voluntad, Dios no condono tal.  Nosotros además reconocemos que algunas de estas cuestiones permanecen dificultosas para explicar, pues la bendición de Dios estaba sobre ellos medidamente.  Sin embargo, estas familias no estaban sin tremendos problemas.  Para el tiempo de Moisés, las esposas no eran tratadas bien por sus esposos.  Por la dureza del corazón de los hombres Moisés permitió el divorcio (Marcos 10:5).  Las leyes fueron ajustadas haciendo fácil para el esposo de obtener el divorcio.  La esposa no tenía recurso legal.  Todo lo que se requería era que el esposo le diera carta de divorcio en la presencia de dos testigos.  En ese momento el matrimonio era legalmente disuelto.  Esto era un documento legal de descargo, una disolución legal del matrimonio.  Además, era entendido que subsiguiente a esta disolución, que el re-casamiento era permitido.  En el libro de (Deuteronomio 24:1, 2) nos dice de esta ley.  El término “indecente” no se refería a inmoralidad, pues la Ley demandaba apedrear con muerte a la esposa infiel.  Esta palabra vino hacer interpretada como un término ancho denotando cualquier desagrado del esposo hacia su esposa sobre su conducta o comportamiento.  Esto incluía cosas como ser muy gritona, conversar demasiado con otros hombres, pelo suelto en público o mal trato hacia el esposo.  No obstante, el divorcio legalmente disolvía el matrimonio y la mujer era libre en casarse con otro.  Esta práctica del divorcio liberal guio a grandes disputas en la historia.  Ellos no se concentraron en el re-casamiento sino en el terreno legal para el divorcio.  Para el tiempo de Cristo, el divorcio era una cuestión caliente – de debate.  Una cuestión en particular era conocida como la disputa de “Hillel-Shammai.”  Estos eran dos prominentes rabinos judíos que vivieron una generación antes de Cristo.  Hillel enseño que un judío podía divorciar a su mujer por cualquier causa.  Esto representaba la escuela del pensamiento liberal.  La escuela conservativa en pensamiento era propuesta por Shammai, quien enseño que la fornicación era la única causa legal para el divorcio.  La disputa estaba concentrada en la causa del divorcio no el re-casamiento.  Los judíos no cuestionaron la idea de re-casamiento después del divorcio.  Era entre estos dos pensamientos de escuelas que los fariseos se encontraron con Jesús en el tema de esta gran disputa.                                          
  2. La enseñanza de Jesús: (Mateo 5:32; 19:1 – 9; Marcos 10:1 – 12).  Los líderes judíos deseaban oír a Jesús si era lícito para un judío divorciarse de su esposa por cualquier razón como lo enseñaba Hillel.  Nuevamente, el re-casamiento no era la pregunta.  El asunto es perteneciente a la causa del divorcio.  Jesús se dirigió en el asunto tomando lado con la escuela de Shammai que argumentaba que la fornicación era la única causa por la cual otra que no fuese la fornicación causara que la mujer cometiere adulterio en el re-casamiento.  El término “repudiar” – apoluo – significaba una disolución legal del enlace matrimonial.  El término “fornicación” – porneia – básicamente significa inmoralidad sexual o, específicamente, una relación sexual fuera del enlace matrimonial, que incluye el adulterio.  Además, Jesús indico que Moisés permitió el divorcio por “la dureza” o por la terquedad del corazón del hombre.  Jesús también enfatizo que esto no era el diseño original de Dios para el matrimonio.  El apelo a la historia de la creación para subrayar la permanencia de la relación matrimonial.  Por lo tanto, Jesús afirmo que si el divorcio no era por la causa de adulterio y los individuos divorciados se re-casaban, ellos entraban en una relación adúltera.  Jesús no dio otra explicación más, ni tampoco cito otras escenas.  Era asumido que el re-casamiento era permitido si el divorcio era por causa de fornicación.                     
  3. La enseñanza de Pablo: En (1 Corintios 7:10 – 16) Pablo expone en el asunto del divorcio y re-casamiento al dirigirse a situaciones que le fueron presentadas a él.  Existían aquellos matrimonios donde los dos cónyuges eran creyentes y aquellos en donde solo uno de los cónyuges era cristiano.  En los versículos 10 y 11 los cónyuges eran creyentes.  En el verso 11 si dos creyentes se divorcian o se separan solo dio dos opciones: tendrían que quedarse soltero sin re-casarse, o tendrían que reconciliarse.  En los versículos 12 al 16 el matrimonio envolvía a uno que era cristiano y el otro no lo era.  Pablo comienza en decir, “yo digo, no el Señor” al hablar sobre este asunto.  Jesús no hablo sobre el asunto del matrimonio entre un creyente y un incrédulo.  En esta situación el incrédulo es el que desea el divorcio con el cónyuge creyente.  El termino incrédulo – apistos – literalmente significa uno que “no tiene fe.”  Es claro que en esta situación solo el incrédulo inicia el divorcio.  El versículo 15 implica que después que el creyente ha hecho todo lo posible en mantener el matrimonio, si el incrédulo todavía quiere separarse, entonces el creyente debe permitirlo.  El término “separe” – chorizo – significa divorciarse legalmente.  En estos casos el cónyuge creyente no está en “servidumbre.”  En la fuerza de este término, nosotros creemos que el cónyuge creyente es libre para re-casamiento.  Tiene que ser recordado que la cuestión del divorcio estaba siendo dirigida, no el re-casamiento.  Por lo tanto, si el divorcio es válido bíblicamente existe la libertad para el re-casamiento.                              
  4. Conclusiones:
    • Dios odia el divorcio (Malaquías 2:16; Mateo 19:6).
    • Adulterio es la única razón válida para el divorcio.  Si el divorcio no es por la razón de adulterio, entonces el re-casamiento es considerado una relación adúltera porque el divorcio no era válido bíblicamente.  Es implicado que si el adulterio fue la causa del divorcio entonces el re-casamiento es permisible (Mateo 5:32; 19:9; Marcos 10:12).      
    •  Dos creyentes como compañeros no deben divorciarse.  Si se separan o divorcian deben de mantenerse solteros o reconciliarse el uno con el otro (1 Corintios 7:10, 11).
    • Divorcio es permisible si el compañero incrédulo desea partir e inicia el divorcio después que el creyente ha hecho todo lo posible de preservar el matrimonio intacto.  El creyente entonces es libre para re-casamiento (1 Corintios 7:12 – 16).  
    • La voluntad perfecta de Dios es que las parejas se queden casados si es todo posible.  En ninguna parte de las escrituras el divorcio es mandado.  Dios es un reconciliador, y por la gracia El extiende perdón y sanidad en cualquier circunstancia.  Nosotros también somos llamados a un ministerio de reconciliación y perdón (1 Corintios 7:14, 16; 2 Corintios 5:18, 19).  

Ministerio para la Familia: Nosotros Ministerio Gloria De Sion, Inc., realizamos que hay muchas personas que entran a nuestras iglesias que salen de diversas situaciones familiares y ambientes.  Es nuestra tarea de hacer que nadie se sienta mal recibido, condenado y menos de lo que son verdaderamente a la vista de Dios.  Nosotros buscamos la compasión sin compromiso.  La iglesia no debe rechazar a nadie.  Nosotros entendemos y promocionamos que el amor de Cristo no es condicionado por los fracasos del pasado.  Nosotros entendemos y buscamos promocionar que el deseo de Jesús es amar a la gente por medio de la iglesia.  Por medio de varias avenidas ministeriales Ministerio Gloria De Sion, Inc., puede promover familias sanas y prevenir el potencial del daño familiar.  Además, Ministerio Gloria De Sion, Inc. busca el promover sanidad y restauración a las vidas que han sufrido en daños familiares de una manera que los errores y fracasos del pasado no sean repetidos en el futuro.  Ministerio Gloria De Sion, Inc., conoce el factor que familias sanas compone una iglesia fuerte.             

El Patrón Ministerial

Ministerio Gloria De Sion, Inc. realiza el solemne, privilegio e imponente responsabilidad del divino llamamiento al ministerio.  Por lo tanto, el otorgar credenciales a los solicitantes para el ministerio y el avance de nuestros ministros, nosotros quedamos consientes de la admonición del apóstol Pablo encontrada en (1 Timoteo 5:22, 24) “22 No impongas con ligereza las manos a ninguno, ni participes en pecados ajenos. Consérvate puro…24 Los pecados de algunos hombres se hacen patentes antes que ellos vengan a juicio, más a otros se les descubren después.”  El significado aquí es que nosotros no pongamos apresuradamente a ninguno en el ministerio sin nosotros, por medio de nuestra promoción, ser identificados con un pecado no detectado y / o un serio fallo de carácter que pueda ser de remordimiento después.  Por lo tanto, nosotros buscamos cuidadosamente y con oración cumplir nuestra responsabilidad en la consideración de nuevos solicitantes y el avance y retención de nuestros ministros. 

Ministerio Gloria De Sion, Inc. realiza aun que el ministerio representa el liderazgo espiritual de la iglesia.  Como fue mencionado anteriormente, nosotros debemos proteger la integridad del ministerio, así como influye directamente la salud espiritual y el efectivo testimonio de la iglesia dentro de la comunidad.  Por lo tanto, nosotros sostenemos la idea bíblica que existe una norma más alta puesta sobre el ministerio.  Esta norma es presentada por Pablo en la lista de calificaciones para el liderazgo en las cartas pastorales de Timoteo y Tito (1 Timoteo 3:1 – 13; 5:22; Tito 1:5 – 9).  Además, Santiago enseño que los patrones / maestros / líderes son retenidos a más estricto juicio o cuenta por su posición de liderazgo en la iglesia (Santiago 3:1, 2).  Por lo tanto, es entendido, por las Escrituras, que el ministro no solo es un líder de la iglesia, sino un ejemplo o modelo ante la iglesia.  Esta es la razón por la cual Pablo exhorto a Timoteo en que cuidare su vida y su doctrina (1 Timoteo 4:16).  Además, es entendido que las calificaciones dadas para el ministerio esencialmente tratan con el carácter y reputación del ministro, dentro y fuera de la escena de la iglesia, para que el ministerio no sea vituperado (2 Corintios 6:3).  El carácter y reputación del ministro también abraza las relaciones en el hogar.  El hogar es considerado como un criterio para el liderazgo en la iglesia (1 Timoteo 3:2, 4, 5; Tito 1:6).  Además, Pablo reclamo en ejercitar dominio propio en la predicación a otros para que el no fuese un “reprobado” o sin valor (1 Corintios 9:27).  Ahora, la vida del ministro no puede estar en contradicción con el mensaje.  

En relación con el matrimonio, divorcio y re-casamiento son correlativo al patrón ministerial, de acuerdo con nuestra posición mencionada, entendiendo que la institución del matrimonio es la más significante y sagrada relación humana, y además que el patrón ministerial presentado en las Escrituras sostiene la vida del ministro en gran estima como una parte integral del mensaje y la presentación del testimonio de la Iglesia; Nosotros Ministerio Gloria De Sion, Inc., hemos determinado, que ningún cristiano divorciado y re-casado le serán otorgadas credenciales con Ministerio Gloria De Sion, Inc. excepto en los siguientes casos:                      

  1. El divorcio ocurrió antes de la primera confirmada experiencia de la salvación.  Nosotros entendemos que todo pecado es perdonado y somos limpios por la sangre de Jesucristo (Isaías 43:25; Romanos 8:1; Hebreos 9:22; 1 Juan 1:9).  Además, Pablo afirmo, “De modo que, si alguno está en Cristo, nueva criatura es: las cosas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas” (2 Corintios 5:17).
  2. El divorcio fue por causa de fornicación por parte del cónyuge anterior del solicitante y el solicitante fue fiel a sus votos matrimoniales.  Nosotros entendemos de las enseñanzas de Jesús que el adulterio disolvía el pacto matrimonial y el divorcio y re-casamiento era permitido en esos casos.  Nosotros además entendemos si el divorcio no es por causa de fornicación, el divorcio no es válido y el re-casamiento en estos casos son considerados como una relación adúltera (Mateo 5:32; 19:1 – 9; Marcos 10:1 – 12).  (El solicitante debe sustanciar por medios definitivos, creíbles y otros documentos de apoyo – documentos certificados de corte – que el divorcio fue por la causa de fornicación).
  3. El divorcio ocurrió cuando el incrédulo abandono al creyente.  Nosotros entendemos que el re-casamiento es permitido en estos casos (1 Corintios 7:15) “Pero si el incrédulo se separa, sepárese; pues no está el hermano o la hermana sujeto a servidumbre en semejante caso, sino que a paz nos llamó Dios.”  (El solicitante debe proveer creíbles y documentos de apoyo que todo esfuerzo fue hecho personalmente y legalmente para salvar el matrimonio y que dicho divorcio ocurrió en contra de la voluntad del solicitante).         

Ministerio Gloria De Sion, Inc. reconoce el hecho que el ministerio no es siempre inmune a las dificultades domésticas y tanto como la tragedia del divorcio.  Nosotros buscamos no solo en adherir a nuestro patrón ministerial sino ofrecer sanidad, restauración y recursos a esos ministros y sus familias afectadas por tal.  Nosotros buscamos en lograr esto por medio de un Ministerio Nacional de Cuidado Pastoral en cooperación con los respectivos líderes de los distritos.        

  1. La naturaleza y propósito de la disciplina: Disciplina es el ejercicio de autoridad bíblica por la cual la iglesia es responsable.  El objetivo de la disciplina es que Dios sea honrado, que la pureza y el bien estar del ministerio sea mantenido y aquellos en que la disciplina es administrada sean restaurados.
  2. Causas para disciplinar: Violación de los principios de Ministerio Gloria De Sion, Inc., como declaradas en nuestra constitución y reglamentos pueden dar causa para acción disciplinaria por (La Junta Directiva); entre tales causas serán:
    • Cualquier hecho indecoroso como ministro.
    • Indiscreción donde la moral es comprometida.
    • Fracaso o inhabilidad en representar nuestro testimonio Pentecostés correctamente. 
    • Un rechazo arbitrario de nuestra organización o consejo del distrito o autoridad.
    • Un cargo declarado abiertamente en la creencia doctrinal.
  1. El Perdón y la Restauración: Mientras que, existen algunos que han caído bajo gran tentación, y sabiendo que, la Palabra de Dios declara: “Hermanos, si alguno es sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restauradlo con espíritu de mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado” (Gálatas 6:1).  Ya que, Cristo dijo: “14 Por tanto, si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial; 15 pero si no perdonáis sus ofensas a los hombres, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas” (Mateo 6:14, 15); y; Ya que, por arrepentimiento y la tristeza santa y humildad ellos se están conduciendo a sí mismos como verdaderos hijos de Dios; por lo tanto, sea; Resuelto, que nosotros los recibimos a tener comunión y compañerismo sin contención sobre opiniones (Romanos 14:1), y no poner sobre ellos ninguna otra carga de la cual ya sobrellevan.
  2. Relaciones Matrimoniales: Mientras que, el matrimonio fue instituido por Dios en el principio, en el tiempo de la inocencia del hombre, y; mientras que, en (Hebreos 13:4), el matrimonio es declarado de ser “honroso en todos,” y en (Efesios 5:23 – 32), la unión matrimonial es “tan bendecida por Dios que Cristo y Su Iglesia son comparados con ella,” y; mientras que, Dios dijo en (Génesis 2:18) “No es bueno que el hombre esté solo: le haré ayuda idónea para él,” y antes de la “caída” o antes que el pecado entrara por la desobediencia, Adán y Eva fueron ordenados a “Fructificarse, y multiplicarse, y llenar la tierra” (Génesis 1:28); por lo tanto, sea, resuelto, que la enseñanza llamada pureza social, amor libre, y la prohibición del casamiento sean abiertamente denunciadas como “doctrina del diablo.”
  3. Cooperación y Comunión con Otros cristianos: Resuelto, nosotros no seremos restringidos en comunión y cooperación a los que están afiliados con nosotros, y que no discriminaremos en contra de ningún miembro del cuerpo de Cristo, y sea, además; resuelto, que nosotros no buscamos el desaliento o boicotear ningún papel Pentecostés en el campo.
  4. Sociedades Secretas: Mientras que, vemos tantas organizaciones secretas la cual su solo propósito es nada más que socavar nuestro gobierno que costo la sangre de nuestros antepasados; por lo tanto, sea; resuelto, que nosotros, Ministerio Gloria De Sion, Inc., nos ponemos en registro como opuestos a cualquiera y todo tipo de estas organizaciones, y si un ministro que en cualquier manera se afilia a estas organizaciones de inmediato rinde sus derechos como un ministro de Ministerio Gloria De Sion, Inc.
  5. La Homosexualidad y La Prostitución Legalizada: Sea resuelto, que Ministerio Gloria De Sion, Inc., se registra como opuesto a la homosexualidad y la prostitución legalizada, y que nuestro distrito electoral se vuelve activo en oponer la flojedad de la moral en nuestra sociedad.

Ministerio Gloria De Sion, Inc., es una organización gobernada por: La Teocracia (Gobernada por Dios) por medio de la cabeza que es Jesucristo (el eterno logos viviente – el verbo de Dios) sobre la Iglesia.  Revelación en el Nuevo Testamento también muestra un “cordón tridimensional” que se manifestó en el gobierno Eclesiástico proveyendo los necesarios “chequeos y balances” necesitados en el delicado asunto de gobierno Eclesiástico, “el cordón tridimensional que no puede ser roto” (Eclesiastés 4:12).  Por esta razón Ministerio Gloria De Sion, Inc. será gobernado por el cordón tridimensional trabajando juntos sujetos a la Teocracia.  Estos cordones son: Episcopal, Presbiteriano, y Congregacional.  Episcopal – el anciano que preside (Dr. Manrique E. González, Apóstol – Profeta), siendo ayudado por el presbiterio (Presbiteriano – grupo de ancianos – Junta Directiva), gobernando y guiando la congregación (Congregacional – los miembros de la iglesia).             

  1. Lo que la congregación no puede hacer: De acuerdo a las Escrituras, la congregación no puede hacer lo siguiente: Nombrar su propio liderazgo por el método democrático, del sistema “contratar – despedir.”  Controlar el liderazgo sobre la dirección de la Iglesia.  Controlar las finanzas de la Iglesia en diezmos y ofrendas.  Tomar en sus manos en disciplinar el liderazgo.  
  2. Lo que la congregación puede hacer: De acuerdo a las Escrituras, la congregación puede hacer lo siguiente: Orar por los que gobiernan sobre ellos.  Someterse ellos mismos al liderazgo y obedecer, al liderazgo obedecer la Palabra del Señor (Hebreos 13:7, 17, 24).  Consentir y confirmar asuntos de construcción/tierras/extensiones en el desarrollo de propiedad Eclesiástica, especialmente como necesaria para propósitos legales.  Confirmar los asuntos de disciplina Eclesiástica y excomulgación de miembros no arrepentidos (Mateo 18:15 – 20; 1 Corintios 5 son ejemplos de tal).